SEMIÓTICA EN LA CASA INUNDADA DE FELISBERTO HERNÁNDEZ

Posterior a la lectura del cuento La Casa Inundada de Felisberto Hernández, se ha seleccionado como objeto el mismo que es descrito en esta narración: la casa inundada. Por lo tanto, acorde al cuento y a las representaciones del objeto evocadas en la mente,  se elabora esta triada de Peirce:


En cuanto a las dimensiones del espacio, se explica cada una de la siguiente manera en relación a fragmentos del relato. 

Dimensión Icónica: Es aquella que representa un objeto sobre el espacio. 

Él no me había visto, a pesar de que sus pelos revueltos parecían desconfiados y apuntaban en todas direcciones. Por fin levantó los ojos. Tardó en cambiar la idea de que me miraba a mí en vez de lo que había en los planos y después empezó a explicarme cómo las máquinas, por medio de los caños, absorbían y vomitaban el agua de la casa para producir una tormenta artificial. (Hernández, F. 1983, s.p).

En este caso específico, el botero, al inicio, intenta entender en sí mismo y también explicarle al protagonista el funcionamiento de unas regaderas para la casa, pues aún no estaban puestas y pensar en cómo se llevaría a cabo su instalación y funcionamiento llenaban al botero de incertidumbre. 

Dimensión Incidial: El objeto se hace tangible en el espacio, o adquiere existencia en él. 

[...] En ese instante comprendí que allí caía agua sobre agua. Alrededor de toda la pared -menos en el lugar en que estaban los muebles, el gran ropero, la cama y el tocador- había colgadas innumerables regaderas de todas formas y colores; recibían el agua de un gran recipiente de vidrio parecido a una pipa turca, suspendido del techo como una lámpara; y de él salían, curvados como guirnaldas, los delgados tubos de goma que alimentaban las regaderas. (Hernández, F. 1983, s.p).

La señora Margarita invita al remador a su homenaje al agua, ahí él imagina que se trata del ritual o más bien, velorio como lo describe María. Cuando el botero se encuentra con la gruesa señora al pie de las escaleras, juntos ingresan a una habitación donde el hombre puede visualizar que cae agua sobre agua, como una tormenta sobre el océano. Es precisamente el instante donde se materializan los planos del botero; se trasforman en una habitación repleta de regaderas. Al igual, el remero describe el funcionamiento de éstas con todo el ciclo que ejerce el agua para que caiga continuamente. 

Dimensión Simbólica: El objeto es valorado por los personajes, en este caso, se torna desde una categoría tanto afectiva como de memoria. 

[...] no me importaba dónde me llevara el agua. Recordaba las vueltas que había dado antes, cuando la señora Margarita me había parecido otra persona, y a pesar de la velocidad de la corriente sentía pensamientos lentos y me vino una síntesis triste de mi vida. Yo estaba destinado a encontrarme sólo con una parte de las personas, y además por poco tiempo y como si yo fuera un viajero distraído que tampoco supiera dónde iba. (Hernández, F. 1983, s.p).

Gracias al evento de la señora Margarita, el hombre navega entre sus pensamientos y recuerdos, repentinamente se siente nostálgico, pues se percata qué tan efímera es su figura dentro de quienes se cruzan en su camino, también, se siente insatisfecho por nunca llegar a descubrir a fondo lo que guarda la gente. Siempre que siente una conexión, algo sucede interponiéndose entre ambas partes y de nuevo, queda sin rumbo.  

ESPACIO Y LUGAR

Espacio de categoría expresiva: Ese terreno enorme es destinado para la construcción de alguna edificación, funciona para tantas cosas, y finalmente se transforma en la casa inundada, escenario de un viaje de autodescubrimiento para el remero.

Lugar: La casa inundada, construida con base a unos planos que la señora Margarita le compró a un arquitecto español.

BIBLIOGRAFÍA

Hernández, F. (1983). Obras completas de Felisberto Hernández. Vol.2. México: Ed. Siglo XXI de editores.


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